Blogia
La vida olvidada

La cita

No hay nada más incómodo que unos minutos a solas con personas desconocidas.

Imagino: Quedo con un amigo, estoy en un bar, la música baja, suave, monótona. Mi amigo aparece por la puerta del garito con otro tipo que yo no conozco, nos presentan. Mi amigo se va a mear. Y nos quedamos solos el desconocido y yo. Pasan miles de segundos, escuchas la respiración de todos los clientes del bar.

"¿ Y hace mucho que lo conoces?", pausa, silencio, ausencia, angustia..."No, no hace mucho". No tengo ganas de hablar, me quiero ir, no quiero que me mire, no quiero mirarle, quiero que se vaya, quiero irme de este puto bar. Quiero volver al lugar de donde salí. Tu amigo no sale del baño, estás preocupado, no sabes qué hacer, un cigarro, otra cerveza, "¿ qué hora es?".

Es tarde. Muy tarde. Y piensas que te tienes que ir porque no lo puedes soportar. Y sólo quieres dormir.

 

3 comentarios

smog -

No ha sido nigún rollo..
:-)

maRia -

Ok, sorry. Me he enrollao.

maRia -

Qué angustia, por dios.
Esa sensación sólo la tengo cuando me topo con personas herméticas a las que les cuesta mucho abrirse. La última vez que estuve a solas un buen rato con un desconocido, llegó un momento en que me sentí como un payaso de circo entreteniendo a un niño.
No es que no fuera agradable el chico, no es que no tuviera nada que contar...pero si no le tiraba de la lengua yo, podríamos haber pasado la noche mirando baldosas.
¿Por qué resulta tan difícil a tanta gente hablar?
¿Por qué cojones tenemos tantos miedos?
¿Sabes?
Me estoy convirtiendo en una de esas personas que no habla con nadie.
Es mucho más cómodo que hablar por hablar, o hablar a quien no escucha.